jueves, 21 de julio de 2011

Una década junto a los trabajadores y la transformación política

El Congreso de los Trabajadores de Prensa de Tucumán nació como un espacio de debate y reflexión cuando ámbitos para ejercicios de esta naturaleza abundaban en la provincia y en el país aunque de manera anárquica y asamblearia, sin marcos institucionales ni contención orgánica, era la época del “que se vayan todos”. El modelo único, el neoliberalismo salvaje implementado por Carlos Menem y continuado, como una mala copia, por Fernando de la Rúa, había implosionado en diciembre de 2001 en un mar de sangre, fuego y saqueos que dejaron más de 20 muertos.
Absolutamente todas las construcciones cívicas de la socidad estaban deslegitimadas, la gente no quería saber nada con políticos, gremialistas o economistas. Dolía el alma de todos y el bolsillo de quienes tenían la chance de tener algún ingreso fijo, estábamos acorralados por la miseria y por Domingo Cavallo, quien antes de irse dejó los depósitos de la enorme mayoría de la gente confiscados en los bancos.
En ese marco, nació el I Congreso de Trabajadores de Prensa de Tucumán. Hacer un repaso del contexto histórico no es un mero ejercicio de memoria, sirve para conocer dónde estábamos, dónde estamos hoy y desde dónde y por qué comenzamos con este espacio. Mientras la enorme mayoría descreía de los caminos institucionales, la Asociación de Prensa de Tucumán optó por el camino inverso, potenciar al gremio a través de la participación masiva de todos los trabajadores, reinvindicar la política como el único instrumento capaz de transformar la realidad de los trabajadores, apostar por la coherencia para mantener en el tiempo los mismos ideales.
Empezamos con las convicciones de siempre sobre un terreno desolado, tal cual había sucedido apenas unos años atrás cuando se puso en marcha la apertura de la obra social de prensa, una emprendimiento de los trabajadores de prensa que se define como un actor principal en el campo de la economía social. La siembra comenzó desde abajo y cuando las condiciones políticas y económicas comenzaron a revertirse a partir de la asunción de Néstor Kirchner, nos encontró con las bases sólidas y las convicciones intactas para sumarnos al nuevo proceso. Intuíamos que encontraríamos respuestas a viejos reclamos de la APT, como una nueva Ley de Medios o el avance las causas judiciales por las violaciones a los derechos humanos, y no nos equivocamos.
Cuando el cambio en la Argentina se inició, nosotros, desde la APT, ya estábamos arriba del proceso. Nuestra historia y nuestros echos nos avalan. Ahora, estamos frente a un nuevo desafío, mantener el espíritu del Congreso, que siempre se planteó como eje dar un debate que sirva a todos nuestros compañeros y a la sociedad en su conjunto.

Oscar Gijena
Secretario General