miércoles, 7 de septiembre de 2011

"El periodismo no es propiedad de las empresas, es un derecho inalienable de los pueblos"


Para Florencia Saintout, se vive en el país una instancia de debate muy fuerte en torno a la comunicación, sus generadores, destinatarios y dueños. "La discusión se basa en torno a de quién es la comunicación, si de las empresas o de los pueblos", sostuvo la decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata quien ayer participó de la jornada inicial de la 9º edición Congreso de Prensa organizado por la APT.
En su exposición, la docente abordó el proceso histórico que caracterizó la relación entre los medios y la militancia, temática central que será abordada en cada una de las diferentes disertaciones y talleres que sustentan al encuentro que se extenderá hasta el sábado.
Saintout habló de tres etapas muy marcadas. La primera de ellas se dio en las décadas del ´60 y ´70, cuando el vínculo entre periodismo y militancia adquirió su dimensión más profunda. "Ser periodista implicaba ser intelectual. No se trataba de una voluntad individual sino una pasión pública. Es el proceso donde aparece Rodolfo Walsh quien desde el compromiso dirige un diario sindical, allí el pueblo tomó la palabra. Hizo las denuncias más extremas y las firmó como un escritor", dijo.
Para la escritora, la etapa posterior se enmarca dentro del proceso neoliberal menemista donde las verdades son relativas y concentradas en pocas manos. "La verdad era un producto de mercado en paralelo con un adelgazamiento de la política. Los periodistas no eran ni de derecha ni de izquierda, ni objetivos ni subjetivos, eran dependientes del mercado y del capital", reflexionó ante un auditorio repleto que colmó el salón de un hotel céntrico, donde compartió su disertación con el secretario general de la Asociación de Prensa de Tucumán, Oscar Gijena, y el vicepresidente de Télam y titular del Consejo Mundial de Agencias de Noticias, Sergio Fernández Novoa.
Para Saintout desde el comienzo de la era kirchnerista hubo un cambio de rumbo que modificó el modelo hasta entonces imperante. Se impuso el poder político sobre las corporaciones, algo que, según la docente, se tradujo, por ejemplo, en el surgimiento de la nueva ley de Servicios Audiovisuales. “Ahora se ve al periodismo desde una perspectiva de los derechos en medio de un fuerte debate. Nos encontramos con periodistas militantes y comprometidos. Entonces el periodismo no es propiedad de las empresas sino un derecho inalienable de los pueblos”, concluyó la catedrática.